Con el número de brotes y enfermedades infecciosas en aumento, los gobiernos y los profesionales de la salud tienen que coger el liderazgo. Aunque muchas de estas enfermedades pueden tratarse médicamente, mantener políticas de higiene en prevención de infecciones es mucho mejor.
El brote de Ébola de 2014 en África occidental hizo patente de forma increiblemente dramática la importancia que las epidemias infecciosas estan teniendo a nivel munidal, y abrió muchas preguntas sobre si los sistemas sanitarios están preparados para afrontarlas.
Las estadísticas son asombrosas
- Según el Centro Global de Políticas de Salud en el Center for Strategic and International Studies (CSIS) en Washington D.C. tres de las diez causas principales de muerte, o el 16% de todas las muertes cada año, son provocadas por enfermedades infecciosas.
- Al menos 30 enfermedades previamente desconocidas han sido identificadas desde 1973, entre ellas el VIH, el Ebola, la Hepatitis C y el virus Nipah, para las cuales aún no hay cura.
- En el mismo período 20 enfermedades ampliamente estudiadas, como la tuberculosis, la malaria o el cólera, han rebrotado o se han diseminado geográficamente, en muchos casos de forma más virulenta y más resistentes.
Entendiendo las estadísticas
El número de brotes, así como la variedad de enfermedades, ha ido en aumento durante los últimos 20 años y tanto los gobiernos, las instituciones sanitarias como los individuos a nivel personal hemos adaptado nuestro comportamiento para combatirlas. En éste contexto, la prevención de infecciones se alza como un agente de alta importancia.
