El GRUPO HARTMANN comenzó a avanzar por el mundo sanitario en 1818, cuando el pionero industrial Ludwig von Hartmann adquirió una hilandería. Su hijo Paul Hartmann Sr. fundó posteriormente la empresa Paul Hartmann Bleaching, Dyeing and Dressing Company, una planta de producción de apósitos que revolucionó el cuidado de las heridas.
Sin embargo, nuestros padres fundadores no eran solo pioneros industriales. Infundieron motivación, optimismo y un alto grado de compromiso en la mejora de la sanidad, que hoy en día aún perduran en la empresa.
Gracias a ellos, seguimos innovando y tratando activamente de mejorar el sistema sanitario desde nuestras áreas de negocio y en todas las partes del mundo: Tratamiento de heridas, Desinfección, Gestión del Área quirúrgica, Gestión de la Incontinencia y Autocuidado
La historia de nuestros fundadores
¿Quién fue Ludwig von Hartmann?
Seis años después cambió el nombre de la compañía por Ludwig Hartmann Company, que no tardó en convertirse en una de las fábricas téxtiles líderes de Alemania, dedicada a la producción de gorros, medias y pañuelos. Por entonces Ludwig ya era uno de los pioneros industriales más importantes de la región de Württemberg.
De Ludwig Hartmann a Ludwig Hartmann's Sons
En 1843 Ludwig legó la planta de blanqueamiento y la hilandería a sus tres hijos: Carl, Eduard y Paul Sr. con la única condición de que "dos de las entidades permanecieran juntas sin separarse". Carl se hizo cargo de la dirección de la planta de blanqueamiento; Eduard, de la hilandería de Herbrechtingen y Paul, de la fábrica de tejido de algodón de Heidenheim. Poco a poco los tres hijos fueron saneando la endeudada empresa, que acabaron rebautizando como Ludwig Hartmann’s Sons.
era un rebelde con causa. Fue en contra de los deseos de su padre de seguir en la empresa con sus hermanos. En vez de eso, utilizó el conocimiento y la experiencia adquirida para crear su propia empresa: Paul Hartmann Bleaching, Dyeing and Dressing Company. Le fascinaban los progresos que se habían dado en medicina y se convirtió en una de las fuerzas impulsoras de ésta industria innovadora: la fabricación de apósitos. También advirtió el poder que tiene la colaboración. Por eso recurrió a otros pioneros en medicina, como Sir Joseph Lister y Victor von Bruns. Entre los tres cambiarían para siempre la forma de tratar las heridas.
era un cirujano inglés. Inspirado por los hallazgos de Louis Pasteur sobre las heridas infectadas (frecuentemente provocadas por microorganismos aéreos), y decidió encontrar una solución. Tras varios experimentos, descubrió un agente desinfectante apropiado: el fenol. Empezó a empapar apósitos con ésta solución, creando el primer apósito antiséptico. Inicialmente su invención fue recibida con escepticismo y rechazo en Inglaterra, pero Paul Hartmann Sr. reconoció su genialidad. Juntos desarrollaron la primera gasa fenolada, de la que después se diría que cambió “el impacto mortal de las enfermedades infecciosas causadas por heridas.”*
*Marcus Plehn, Verbandstoff-Geschichte, Stuttgart, 1990
descubrió un modo de retirar la grasa del algodón, permitiendo que el material absorbiera una cantidad de líquido mucho mayor. Este invento marcó un hito crucial en la historia del tratamiento de las heridas. Abrió la puerta al algodón absorbente y a la subsiguiente producción industrial de apósitos de algodón hidrófilo por parte de Paul Hartmann en 1873.
La identidad de nuestra marca
Nuestro logotipo ha experimentado numerosos cambios a lo largo de los años, desde la marca original de Paul Hartmann Sr. a nuestro último diseño de 2015.
Fue creado cuando Paul Hartmann recibió su primer pedido importante: 400 libras de lana de algodón quirúrgico para el hospital de San Jacobo de Leipzig. Se inspiraba en el símbolo de la recién fundada Cruz Roja Internacional, lo que asociaba a HARTMANN con la causa humanitaria
Momento de transformación: la cruz blanca (que se confundía con la bandera de Suiza) pasa a un segundo plano y cede el protagonismo a la H roja, la primera referencia visual de la marca
Una vez consolidado el diseño del octágono alrededor, la H cede el protagonismo al óvalo azul que contenía el nombre de HARTMANN con su nuevo eslogan \"HARTMANN ayuda a curar\" o con los nombres de los productos como “Branolind” o “Fapack”
El óvalo azul ya era sinónimo de calidad y fiabilidad. Ahora se pretendía unificar la identidad de la marca con una sola palabra: HARTMANN. A medida que el óvalo ganó presencia, el octágono acabó pasando a un segundo plano, aunque sigue siendo una de nuestras señas de identidad.
En 2015 rediseñamos nuestro logotipo añadiéndole un efecto tridimensional. Este cambio obedece a la necesidad de dotar de flexibilidad gráfica al ovalo en los entornos digitales actuales.
