Hacia un tratamiento de la incontinencia más eficaz.
El incremento de la esperanza de vida está empezando a derivar en un aumento del número de pacientes que padecen incontinencia urinaria. Esta circunstancia no solo es complicada para los afectados, sino que impacta directamente a la economía sanitaria. Todos – pacientes, cuidadores, profesionales sanitarios e industria debemos trabajar juntos para favorecer la prevención y el tratamiento de esta patología social.
La incontinencia urinaria es un problema cada vez más común que se ha convertido en un gran desafío para los profesionales sanitarios y la economía de la salud. Para poder ofrecer una atención de calidad a quien la sufre se necesita trabajar en equipo.
Entendemos incontinencia urinaria es la pérdida de orina accidental o involuntaria debido a trastornos de la vejiga o de la musculatura del suelo pélvico. Para quienes la sufren tiene consecuencias tanto físicas como psicológicas, pero existen formas de paliar su efecto.
Para ello debemos plantear la incontinencia desde un nivel holístico: mejorando la eficiencia en el control de la incontinencia y encontrando los productos y tratamientos más eficaces.
Derribando tabús
La incontinencia ha sido tema tabú durante mucho tiempo. Pero para poder afrontarla y establecer protocolos y formas de tratarla, modernas y eficaces, es necesario que deje de serlo.
Cuanto mejor conozcan los profesionales a los pacientes y sus problemas diarios, más fácil les resultará aportarles la atención sanitaria que necesitan. Los pacientes no serán los únicos beneficiados: las enfermeras, los médicos, los farmacéuticos o los cuidadores que tienen a cargo un familiar dependiente ahorrarán un valioso tiempo y verán mejorada su propia calidad de vida.
Elegir los productos adecuados
Para que los pacientes puedan tener la mejor calidad de vida posible, se necesitan productos de altas prestaciones que ofrezcan:
- Máximoconfort
- Alta calidad
- Máxima discreción
- Fiabilidad
- Variedad de elección
- Facilidad de uso, especialmente en usuarios autónomos
- Protección activa de la piel, para evitar irritaciones y rojeces
- Impacto positivo en la economía de la salud
Un control eficaz de la incontinencia
Para asegurarse de que las personas con pérdidas de orina reciban el mejor tratamiento posible, es esencial proveerles de la seguridad y control adecuado, y además a gran escala.
Ante los recortes sanitarios, los profesionales necesitan elaborar protocolos de atención coherentes y de calidad. Esto es especialmente importante en residencias y centros socio-sanitarios, donde el uso de productos y el tiempo dedicado a los cambios repercute y mucho en los presupuestos y las partidas de recursos humanos.
Los planes de acción específicos para la gestión de la incontinenciautilizan de modelos interdisciplinares para analizar los protocolos de cuidado individuales, analizando la cadena de valor en general. Una visión holística que también abarca la educación de pacientes y profesionales; su objetivo es favorecer la continencia en todos los pacientes y eliminar, reducir o controlar los casos de incontinencia identificados.
Mejorar los objetivos en continencia
Hay seis fases importantes a la hora de mejorar la detección y el tratamiento de la incontinencia:
- Avanzarse e identificar los factores y los síntomas de riesgo.
- Diagnosticar los síntomas con la ayuda de informes miccionales y herramientas de valoración.
- Hablar con los pacientes y/o cuidadores de la prevención, la eliminación, la reducción o el control de la incontinencia.
- Planificar mediciones individuales y establecer objetivos para supervisar las mejoras y los mecanismos de adaptación para reparar los daños.
- Ejecutar y administrar mejoras continuas en tratamientos médicos o multidisciplinares a través del médico o el fisioterapeuta.
- Evaluar la eficacia de las medidas tomada a través de la documentación.