Desinfección

Reflexiones sobre el COVID-19

03.05.2020

Mientras sigue sin estar controlado el brote global del nuevo coronavirus SARS-CoV-2, los científicos de todo el mundo están tratando de entender mejor un patógeno hasta ahora desconocido. Lo que sí está claro es que, para frenar la propagación, son indispensables medidas integrales de higiene.

Un proceso de aprendizaje

“Todavía estamos en proceso de aprendizaje sobre el SARS-CoV-2,” señala la Dra. Erika Mönch, Jefa de Microbiología de BODE Chemie, la Business Division Disinfection de HARTMANN. “Dado que es un virus completamente nuevo, el sistema inmunitario humano no ha sido todavía capaz de desarrollar anticuerpos neutralizantes frente al patógeno, lo que hace que la enfermedad sea más grave”. Comparado con la gripe estacional, con el SARS-CoV-2 se han observados tasas más altas de infecciones críticas y mayor mortalidad. La Dra. Mönch cree que en el futuro son probables los brotes globales de otras enfermedades emergentes. El motivo, en parte, es que la presión de la selección natural está aumentando debido a factores como la globalización, la creciente movilidad de personas y mercancías por todo el mundo y el cambio climático. “La evolución sigue su curso, y los organismos con más éxito prevalecerán”, concluye. Sin embargo, respecto a los Coronaviridae, las infecciones graves o las altas tasas de mortalidad no son los principales indicadores de éxito Por el contrario, el éxito de un virus se mide por su capacidad de mantener la máxima eficacia en la transmisión. Por eso es tan importante reducir la tasa de nuevas infecciones.

Dra. Erika Mönch, Jefa de Microbiología de BODE Chemie

Romper la cadena de la infección

Entre los seres humanos, el SARS-CoV-2 se disemina principalmente mediante el contagio por gotículas: cuando una persona infectada tose o estornuda, las gotículas que produce pueden transmitir el patógeno a otras personas que se encuentren en las proximidades. También se puede producir una infección por contacto cuando alguien toca una superficie contaminada y, con las manos sin lavar, se toca la boca u otras mucosas de la cara. Sin embargo, el riesgo de infección puede reducirse considerablemente mediante el llamado distanciamiento físico o social y una protección respiratoria adecuada: cubrirse la boca/nariz con un pañuelo desechable al toser/estornudar y deshacerse del pañuelo de forma adecuada. Otra forma muy eficaz de romper la cadena de la infección es mantener una buena higiene de manos.

Hábitos de higiene eficaces

“El aspecto más importante de la higiene de manos es que lo haga realmente y que se desinfecte o lave las manos con regularidad” señala el Dr. Henning Mallwitz, Director de Investigación y Desarrollo en Desinfección de BODE Chemie, la Division de Desinfecciónn de HARTMANN. Igual que el virus de la gripe, el COVID-19 es un virus encapsulado y puede neutralizarse mediante un desinfectante con actividad viricida frente a los virus encapsulados. “Todos los productos desinfectantes de HARTMANN cumplen este requisito de eficacia y pueden utilizarse” explica el Dr. Mallwitz.

Algunos creen que los desinfectantes pueden dañar la piel. Sin embargo, en realidad son mejores para la piel que el agua y el jabón. “Cada vez que nos lavamos las manos se elimina una pequeña parte de la capa protectora, cosa que no ocurre con el desinfectante”, matiza el Dr. Mallwitz. Otra creencia equivocada que se viene refutando desde hace mucho tiempo es que el uso repetido de desinfectante de manos lleva a que los patógenos se hagan resistentes.

Dr. Henning Mallwitz, Director de Investigación y Desarrollo en Desinfección de BODE Chemie

Mayor responsabilidad social

Los fabricantes de productos médicos y de higiene se han encontrado con nuevos problemas de muy distinta índole, como resultado de la propagación del SARS-CoV-2 y el consiguiente aumento de la demanda. Algunos minoristas, por ejemplo, han estado vendiendo artículos como desinfectantes o mascarillas a precios drásticamente aumentados, en un intento de beneficiarse de la situación.

HARTMANN condena expresamente este tipo de comportamientos. No solo porque esto puede afectar negativamente la reputación de la empresa, sino especialmente porque significa que algunas personas podrían quedar sin protección frente a la COVID-19.
“Creemos que nuestra responsabilidad ética es aún mayor en estos momentos”, señala el Dr. Gian Carlo Sciuchetti, Director Gerente de BODE Chemie GmbH y Business Division Head Disinfection de HARTMANN. “Por eso nos distanciamos claramente de cualquier forma de sobrevaloración y no contribuiremos a dicha práctica”.

Aunque la empresa no tiene influencia directa sobre los minoristas individuales y sus políticas de precios, observamos continuamente el mercado y, cuando es factible, estudiamos interponer acciones legales.


Dr. Gian Carlo Sciuchetti, Director Gerente de BODE Chemie

Influencia en los costes de fabricación

Por otra parte, existen nuevos retos para la fabricación. Según el Dr. Sciuchetti, HARTMANN ha aumentado significativamente sus actividades de producción y envío de algunos productos clave para mantener un suministro constante a quienes más los necesitan. Sin embargo, la medida se traduce en mayores costes de personal y distribución.

Y también está la cuestión de las materias primas: a medida que se intensifique la demanda, la disponibilidad disminuirá y los precios subirán. “Es difícil para cualquier empresa lidiar con la subida de precios de las materias primas” comenta el Dr. Sciuchetti. “Estamos vigilando de cerca la situación, de manera que podamos reaccionar rápidamente a todos los desarrollos”.